No hay que ser un iluminado para darse cuenta de que con el peronismo dividido siempre nos fue mal y que desde la unidad del campo popular es otro el cantar. En estas elecciones el 55% de los bonaerenses votó al peronismo como en el 2011 cuando arrasamos a lo largo y a lo ancho de nuestra Patria. En ese 2011 todos jugaban adentro y aportaban desde su lugar a construir un proyecto de Nación. Ya no tiene demasiado sentido detenernos en echar culpas o exigir autocríticas ajenas (pocos hacen la propia) ya que es claro que tanto las victorias como las derrotas son colectivas y que todos tenemos responsabilidad (obviamente cada uno en mayor o menor medida según el lugar que ocupa).
Hoy Cristina sigue siendo nuestro mejor cuadro político y la dirigente con más votos dentro del campo nacional y popular a pesar de la embestida judicial y mediática que sufre. Hoy sin Cristina es imposible, pero con ella sola no alcanza. Los peronistas tenemos la obligación de tender puentes con todos los compañeros y compañeras para reconstruir un frente nacional lo más amplio posible con el objetivo central de vencer a esta oligarquía posmoderna y comenzar a reconstruir un proyecto de Nación para los 40 millones de compatriotas.
La mayor parte de nuestra dirigencia política viene demostrando no estar a la altura de las circunstancias y nuestro deber militante será tender los puentes de abajo hacia arriba o avanzar por la cabeza de aquellos dirigentes que trabajen para dividir al frente nacional y fortalecer al régimen oligárquico que hoy nos gobierna.
El régimen oligárquico que nos gobierna no viene por Cristina, viene por la política: viene por la única herramienta que tenemos los trabajadores para transformar la realidad. Vienen a desacreditar a la política, a destruir las organizaciones sindicales, a poner de rodillas al peronismo para que nunca más vuelva a ponerse de pie.
Todos (me incluyo) debemos dejar de mirar al costado y empezar a mirar al frente que es donde está el enemigo. Que el árbol de las internas y los paladares no nos tape el bosque del sufrimiento de nuestro Pueblo. Debemos construir un frente nacional amplio donde quepan: peronistas, radicales, socialistas, comunistas, kirchneristas y todo aquel que comparta una mirada nacional. Pero para construir ese frente nacional considero imprescindible que los peronistas (ortodoxos y heterodoxos) logremos la unidad que nos permita conducir los destinos nuestra Patria. Hagamos como decía Perón y empecemos por las cosas que tenemos en común (y no por las diferencias) para empezar a caminar juntos. Como guías en este camino tenemos la doctrina peronista y el Modelo Argentino con una vigencia indiscutible; el ejemplo de la unidad entre el movimiento obrero y los movimientos sociales; y la palabra de Francisco que da una batalla a nivel mundial contra esta capitalismo financiero que viene a llevarse puestos a nuestros pueblos.
No seamos funcionales a consolidar al régimen oligárquico haciendo hincapié en las diferencias dentro del campo popular porque ninguno de nosotros va a quedar de pie y cuando queramos reaccionar será tarde. Volvamos a construir un proyecto político con generosidad, grandeza, humildad, templanza, honestidad y amor por la Patria.
Dejemos de sacarnos los ojos por las redes sociales. Duele ver a compañeros y compañeras mofarse de los resultados electorales de Cristina como si el gran perjudicado no fuera el Pueblo trabajador. Duele ver a los compañeros y compañeras ultra cristinistas con el traidorómetro en la mano acusando a todo aquel que esgrime una crítica. Duele ver a peronistas insultando a los votantes por los resultados electorales; debemos enojarnos menos y trabajar más en la persuasión porque claramente venimos fallando nosotros muchas veces.
A mi entender Cristina es nuestro mejor cuadro político pero creo que es momento de avanzar en una mesa política más amplia donde todos los sectores del peronismo estén representados para fortalecer el proceso de unidad que nos permita volver a ser una alternativa real de gobierno. En ese proceso naturalmente irán surgiendo los emergentes y terminarán conduciendo los mejores como siempre suele ocurrir. Las conducciones no se imponen, ni las estratégicas ni las tácticas. Jamás nadie pintó «Perón conducción», todos daban por hecho que conducía. Para que Cristina conduzca hay que proclamarlo menos y trabajar más tendiendo puentes con los compañeros y compañeras que se sienten peronistas.
Hoy la unidad no es una opción, hoy es nuestra obligación.
«Cuando la Patria está en peligro toda está permitido, excepto no defenderla.»General José de San Martín
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