Roberto Pettinato fue el primer titular de la Dirección Nacional de Institutos Penales, y a la vez, el primer inspector general surgido de la institución.
Nació el 3 de septiembre de 1908 en la Ciudad de Buenos Aires. Sus padres fueron Rosalia Cianciarulo y Antonio Pettinato. Completó sus estudios secundarios hasta el tercer año en una Escuela Nacional de Comercio. Además fue profesor de la disciplina Jiu-jitsu, arte marcial japonés.
Ingresó al Servicio Penitenciario Federal Argentino el 21 de agosto de 1934 como Ayudante Principal. Recorrió todo el escalafón penitenciario hasta alcanzar el máximo grado.
El 8 de enero de 1947, durante la presidencia del Gral. Juan Perón, fue nombrado Director General de Institutos Penales. Al asumir su cargo instituyó como premisas centrales de su gestión la dignificación y el desagravio a las victimas de los penados. Durante su gestión, se delinearon los puntos principales de su programa de la reglamentación de la ley N° 11.833, un régimen de producción penal, el aumento del peculio de los penados, la atención y contención hacia la familia de los presos y la formación profesional de los sujetos que cumplieran su condena en los establecimientos penales. Además. promovió la alfabetización de los presos.
Con Pettinato a la cabeza del sistema penitenciario, se resolvió clausurar el penal de máxima seguridad de Ushuaia, el «Presidio del Fin del Mundo. El presidio debaja de funcionar y las crónicas de la época manifestaban: «El drama de Ushuaia ha terminado».
Luego, en 1948, asumió la dirección de la Escuela Penitenciaria de la Nación a efectos de encarar su organización y designar al personal directivo. La escuela fue el primer instituto de formación y capacitación penitenciaria de América Latina, y uno de los primeros del mundo. Allí, donde se formó a los primeros agentes penitenciarios de acuerdo al estatuto de 1946, Pettinato fue designado profesor de la cátedra “Orientación Profesional Penitenciaria y Visitas Extraordinaria”.
Pettinato impulsó las reformas que introdujeron el principio de la resocialización como pilar en el trato de las personas recluidas en el sistema penitenciario.
El 14 de agosto de 1953 fue confirmado como Director Nacional de Institutos Penales. Desde su cargo dispuso eliminar los grilletes y erradicar el uso del uniforme a rayas amarillo y negro que lucían los presos hasta el momento.
Una de sus actuaciones más destacadas fue en el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente (Ginebra, Suiza, del 22 de agosto al 3 de septiembre de 1955) que concluyó con la aprobación de las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos.
Su acción profundizó la obra de Juan José O´Connor y el Coronel Rómulo Paez con gran audacia. Tomó las ideas de José Ingenieros y la célebre frase de 1811, luego inserta en la Constitución de la Nación Argentina de 1853, la cual reza que «Las cárceles de la Nación, deben ser sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas…»
Después del golpe militar de 1955 que instauró la dictadura autodenominada Revolución Libertadora el matrimonio Pettinato debió exiliarse en Ecuador. Previamente se refugiaron en la embajada de Ecuador en Buenos Aires, donde nació su hijo Roberto Pettinato, reconocido músico y conductor de TV argentino. Estuvieron tres años exiliados en Ecuador, para luego recalar en Perú y después en Chile, hasta su regreso en 1966.
Reconocimientos:
En agosto de 1950 el Comisario General de la Administración Penitenciaria de los Países Bajos lo nombra miembro de honor del Centro de Estudios Penitenciarios y Criminológicos de Holanda. Un año después, el gobierno de España le otorga el “Diploma y Medalla de Oro al Mérito Social Penitenciario”.
En 1954 la República de Ecuador le entrega la “Orden Nacional al Mérito en el Grado de Comendador”, mientras que la Asociación Brasileña de Prisiones hace lo propio con la medalla “Grande Mérito Penitenciario”. Ese mismo año, la República de Chile lo condecora con la orden de Bernardo O’Higgins en el grado de comendador.
El 22 de diciembre de 2005, el Presidente de la Nación Argentina, Néstor Kirchner, y el Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina, Eugenio Zaffaroni, impusieron el nombre «Roberto Pettinato» a la Academia Superior de Estudios Penitenciarios.
Fuentes: Revista Pensamiento Penal, RNR, Wiki, La Nación
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