En este 2 de abril, a 33 años del inicio del Conflicto del Atlántico Sur, queremos honrar a quienes lucharon y a quienes dieron la vida defendiendo una parte irrescindible de nuestro suelo y mar.
También subrayamos que no estamos solos en la Causa Malvinas, América Latina y el Caribe respaldan firmemente nuestros legítimos derechos sobre las Islas Malvinas y los espacios marítimos circundantes. Es un reclamo nacional, popular y de todos los compatriotas latinoamericanos, contra aquellos piratas ingleses que usurpan nuestro territorio desde 1833, año en el que se inició el largo período en que el imperialismo británico y, a partir de 1949, la OTAN mantienen un enclave estrategico amenazando a la América Latina y se hacen del control de una zona crucial para el tráfico marítimo interoceánico que no utilice el canal de Panamá.
1982 – CONFLICTO DEL ATLÁNTICO SUR
A pesar de la desidia y la comodidad con que se manejaron los altos mandos de nuestro país, así como de las condiciones en las cuales se fue a la guerra, las fallas en la organización que hacían faltar insumos básicos y demás condiciones adversas, es sumamente importante destacar el heroico papel de nuestros combatientes, que provocaron el mayor despliegue militar británico desde la Segunda Guerra Mundial, apoyado por otras potencias.
Entre tantas cosas que se podrían destacar, son hechos más que remarcables la inutilización del 40% de la “Task Force” (Fuerza de Tareas conformada por 200 embarcaciones), merito de la Aviación Naval y la Fuerza Aérea en misiones muchas veces suicidas. Para destacar también el papel de los técnicos e ingenieros, así como del ingenio argentino, se puede citar el caso del ITB (Instalación de Tiro Berreta). Ante la falta de misiles y el enorme riesgo que implicaba para la Flota de Mar dejar los puertos, debido a la acción submarina enemiga, técnicos e ingenieros argentinos se las ingeniaron para construir una lanzadera terrestre de misiles exocet navales, prescindiendo del sistema de guiado que se proporciona desde el barco y haciendo los cálculos de posición de manera manual, en base a lecturas de radar. Este novedoso invento, una vez capturado por los británicos, daría origen a modernos sistemas de defensa, instalados hoy en lugares como Gibraltar.
También, en plena Guerra de Malvinas, el submarino nuclear “Conqueror” disparaba 3 torpedos hacia blancos argentinos por fuera de la “Zona de Exclusión Total” determinada por el propio gobierno británico, provocando así el hundimiento del Crucero ARA General Belgrano y con ello la muerte de 323 personas. El hundimiento fue considerado como violatorio de la norma de derecho internacional de no realizar daños, sufrimientos, ni matanzas que sean innecesarias, ya que se buscó su hundimiento cuando su sola inutilización hubiese alcanzado para que dejase de representar una amenaza.
Sin embargo, al momento del ataque el ARA General Belgrano (con una capacidad de tiro de entre 20 y 30 km.) no solo se encontraba por fuera de la Zona de Exclusión, sino que además se hallaba a una distancia de más de 400 millas de la mayor parte de las fuerzas inglesas y a más de 250 millas de las más cercanas, con rumbo a la Isla de los Estados, sin representar una amenaza para las fuerzas británicas.
ALGUNOS PORQUÉS DE LA OCUPACIÓN IMPERIAL BRITÁNICA DESDE 1833 Y EN LA ACTUALIDAD
Desde nuestra independencia de España, los argentinos en condición de herederos de los territorios australes y los espacios marítimos circundantes que habían pertenecido a la ‘metrópoli’, ejercimos nuestros derechos hasta que el 3 de enero de 1833 ocupó las Islas. Este episodio de usurpación ilegítima generó la gesta del Gaucho Rivero y otros patriotas, que lograron derrocar a las autoridades británicas, confinaron a los prisioneros en un islote y quedaron a la espera de una ayuda que nunca llegó…
Las autoridades y los pobladores argentinos de las Islas fueron expulsados por el Reino Unido mediante el uso de la fuerza. A partir de la ocupación, las ilegítimas autoridades británicas procedieron a ejercer un férreo control migratorio con el fin de configurar una población a medida de sus pretensiones coloniales.
Resulta relevante, como Gran Bretaña fue estableciéndose militarmente muy cerca al continente americano, al punto de constituir hoy en las Islas una base militar de gran importancia geoestratégica para el Reino Unido y, el asesino mundial, la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).
Asimismo debemos resaltar la cuestión de los recursos, fundamental en las pretensiones británicas, dado que el archipiélago malvinenese y los espacios marítimos circundantes son muy ricos en recursos pesqueros y minerales, principalmente hidrocarburíferos. Tal es así que en la actualidad empresas británicas han comenzado a realizar movimientos ligados a la actividad petrolera. Las siguientes empresas, entre otras, participan de estas actividades, Desire Petroleum, Borders & Southern Petroleum, Falkland Oil and Gas, de las cuales la 8va petrolera del mundo, la British Petroleum es accionista y se destaca en importancia la Desire Petroleum de la cual el Banco Barclays también es partícipe accionario. Por su acción ilegal y de acuerdo a la ley argentina 26.659 fueron sancionadas por el Poder Ejecutivo Nacional, mediante inhabilitación para trabajar en la plataforma continental argentina, a las empresas subsidiarias anteriormente mencionadas. Resta iniciar duras acciones contra las empresas piratas presentes en la plataforma continental que están ligadas en términos de conformación accionaria con las que codician el petróleo de nuestras Malvinas Argentinas.
En cuanto a los recursos pesqueros, para darnos una idea general de la magnitud de esta actividad en la cuenca de Malvinas, unos 116 buques extraen diariamente unas 50 toneladas de calamar que le reportan a las empresas unos u$s 160.000 por buque, por día. Además, la pesca reporta u$s 32 millones al año solamente en concepto de licencias. Siguiendo con la explotación del calamar, ésta le da a los habitantes de las Malvinas un PBI per capita de alrededor de u$s 60.000 al año, uno de los más altos del mundo. La pesca ilegal se realiza en la cuenca de Malvinas y en aguas jurisdiccionales argentinas del Atlántico Sur más próximas al continente, todo esto con licencias otorgadas por las autoridades británicas a compañías pesqueras operando con barcos de España, Irlanda, Corea del Sur, China y Japón, entre otras banderas.
Nadie puede defender lo que no sabe que le pertenece, y hoy, más que nunca, proclamamos que las Malvinas, Sandwich, Georgias del Sur, el sector antártico comprendido entre los meridianos 74° O y 25° O, el paralelo 60° S y el Polo Sur, así como las aguas circundantes SON ARGENTINAS Y LATINOAMERICANAS!
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