“La felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación se fundan en la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política.” General Juan Domingo Perón
El 1° de julio de 1974, pasaba a la inmortalidad el tres veces presidente de la Nación, Gral. Juan Domingo Perón.
Desde nuestra agrupación queremos rendir homenaje a uno de los hombres que supo conformar el grupo conocido como los “Generales del Pueblo”, firme defensor de hacer más que decir, y de realizar, antes que prometer. En consonancia con esto, la acción durante sus presidencias fue dirigida hacia los altos objetivos de Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social, con una decidida vocación latinoamericanista enfrentada a los imperialismos centrales.
Decía Arturo Jauretche que ‘los hechos unifican y las abstracciones dividen y que por sobre la carnadura de los acontecimientos, las divergencias del nivel ideológico pierden importancia ante la demanda de las soluciones’. Es por esto que más allá de las discusiones en plano de las ideas, es necesario hacer énfasis en los hechos concretos del General Perón y sus gobiernos.
Uno de los hechos más destacables es, sin lugar a dudas, la nacionalización de los ferrocarriles llevada a cabo entre los años 1946 – 1949 (con su hito más conocido del 1 de marzo de 1948). Esta medida fue ideada por el pensador forjista Raúl Scalabrini Ortiz, quien expresaría luego que la adquisición de los Ferrocarriles “equivale a adquirir soberanía”. A esto se sumaron los aportes de la Comisión pro-nacionalización de los ferrocarriles, estableciéndose así los pilares ideológicos a los cuales se le añadió la decisión política del General Perón en pos de lograr un sistema ferroviario estatal, en el cual el lucro económico deje el factor preponderante, dando paso al control de nuestros principales medios de transporte, con políticas desarrollo de las zonas más alejadas del interior del país, desarrollo industrial en materia de producción de coches, vagones y locomotoras diésel y a vapor, etcétera. La empresa creada para esta comisión seria EFEA (Empresa de Ferrocarriles Argentinos), que más tarde sería popularmente conocida como FERROCARRILES ARGENTINOS Sociedad del Estado. (Ver nota sobre el Aniversario de la Nacionalización de los Ferrocarriles)
En consonancia con la necesidad de lograr la Independencia Económica, durante su primera presidencia se llevó a cabo la nacionalización de los servicios públicos y otros sectores estratégicos, tales como la telefonía, puertos, usinas eléctricas, servicios sanitarios, transportes, elevadores de granos, el servicio de gas, las reservas minerales y acuiferas, etc, terminando así con una época en que éstos se regían por intereses particulares, para pasar a ponerse a disposición del desarrollo de la Nación.
Gran parte de estos hechos son sintetizados en el Artículo N°40 de la Constitución de 1949, calificado por Raul Scalabrini Ortiz como “el bastión de la República”:
“Los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas, y las demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales, son propiedad imprescriptibles e inalienables de la Nación. Los servicios públicos pertenecen originariamente al Estado, y bajo ningún concepto podrán ser enajenados o concedidos para su explotación. “
Fragmento del Art. 40 de la Constitución de 1949
En materia energética, las empresas que encabezaron el desarrollo fueron la YPF estatal, creada en los años 20 por los generales Mosconi y Baldrich, Agua y Energia Electrica (1947), así como Gas del Estado (creada en 1946), la cual se encargaría bajo la dirección del General Ingeniero Julio Canessa de materializar el sueño de conectar los yacimientos de Comodoro Rivadavia con Buenos Aires, principal centro de consumo del pais. Gracias a esta política, la baja de los precios fue exponencial y hubo energía disponible para impulsar el desarrollo industrial de la nueva Argentina. (Nacionalización del Gas)
En el marco de la siderurgia, considerada como “Industria de Industrias” por su rol de impulsora en el surgimiento de nuevas ramas industriales y en el fomento de las ya existentes, se continuó con la obra del Gral. Savio, aprobándose en 1947 el Plan Siderúrgico Argentino (popularmente conocido como “Plan Savio”). Esto se hizo con el fin de alcanzar el desarrollo de esta industria en su ciclo completo, contemplando de esta manera el proceso desde la extracción del mineral de hierro hasta la producción de acero en la flamante SOMISA (Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina). (Ver nota de SOMISA, Savio y ¿Cuánto se tarda en producir hierro?)
Mientras tanto, en el ámbito de la industria ferroviaria, se dio impulso a las tecnologías de punta en materia de vapor desarrolladas por el Ing. Livio Dante Porta, las cuales permitieron modernizar cientos de locomotoras, aumentando así su eficiencia, vida útil y mejorando las emisiones a la atmosfera, mientras que en la FADEL (Fabrica Argentina de Locomotoras) de Liniers, el Ing. Pedro Saccaggio llevaba a cabo un hito industrial, como fue la construcción de la primera locomotora diésel de diseño y fabricación nacional, con una autonomía que superaba los 2000 km. (Ver nota FADEL)
Siguiendo con el plano aeronáutico y automotor, se contó con el Instituto Aerotécnico de Córdoba, posteriormente reestructurado como IAME (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado), en el cual se produjeron los primeros aviones a reacción del hemisferio Sur (Pulqui I en 1947 y Pulqui II en 1950), además de numerosos diseños de vanguardia como el Huanquero, experimentación con nuevas tecnologías, como las novedosas alas en V y la nueva división para la fabricación en masa de los primeros automóviles, utilitarios, tractores y motocicletas nacionales, que fuera impulsada por el Brigadier San Martin ante la necesidad de desarrollar esta industria en nuestro suelo y cortar así con la dependencia del extranjero. (Nota IAME)
Otra medida trascendental fue la nacionalización de la banca y el comercio exterior de 1946 durante los últimos meses del gobierno del Gral. Farrel. El comercio exterior en manos del Estado devino en una herramienta clave para la defensa de la producción nacional, redirigiendo las ganancias del sector hacia el desarrollo industrial, así como para la promoción del bienestar del pueblo, quitándole la renta agraria de las manos a los monopolios internacionales y sus representantes locales para ponerla al servicio del país.
El instrumento creado para la gestión nacional del comercio exterior fue el IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio). Éste funcionaba bajo la órbita del Banco Central y su dirección fue puesta en manos del perspicaz economista Miguel Miranda, a su vez presidente del BCRA y artífice de la negociación con los británicos para la recuperación de nuestros ferrocarriles. Este instituto tenía el fin de centralizar el comercio exterior y transferir recursos a los diferentes sectores de la economía, específicamente para el desarrollo industrial. Para ello, compraba las cosechas a los productores a un precio justo establecido por el Estado y luego lo exportaba al valor del mercado mundial, favoreciendo así tanto a los productores como a los industriales que recibían subsidios para ampliar su producción. (Nota IAPI)
Como insalvable eslabón de esta cadena, se vió la necesidad de contar con espacio de bodega en nuestros buques para poder realizar el transporte al extranjero de nuestra propia producción, dándose así un fuerte impulso a la Flota Mercante Nacional creada por el presidente Castillo en 1940, que ya para el año 1949 contaba con 162 barcos que permitian transportar nuestras exportaciones sin ninguna intermediacion extranjera que imponga condiciones ni precios a nuestros productos. (Nota flota mercante)
Finalizando ya con esta breve síntesis, nunca suficiente, no podemos dejar de destacar las miles de obras y construcciones de toda índole (educativas, de transportes, gubernamentales, 500.000 viviendas en un país de unos 14 millones de habitantes, servicios eléctricos, etcétera), además de los logros conseguidos en materia de justicia social, como el sufragio femenino, el Estatuto del Peón Rural, la inclusión de los derechos del trabajador y de la ancianidad en la Constitución, salarios dignos consensuados en convenios colectivos de trabajo, leyes como la de previsión social, de accidentes de trabajo, de vivienda obrera, el sueldo anual complementario, las escuelas sindicales, la ley de creación de la justicia del trabajo, los regímenes de jubilación, las reglamentaciones de las condiciones del trabajo y del descanso, las proveedurías sindicales, y un largo etcétera.
Desde La Baldrich consideramos que, más allá de las polémicas que siempre se desatan a partir de importantes figuras históricas como el Gral. Perón, estos hechos transcendentales deben ser recordados y discutidos, para así poder cumplir con el gran sueño de figuras como Mosconi, Baldrich, Hipólito Yrigoyen, Savio, De La Colina, San Martin, Scalabrini Ortiz, Jauretche, Del Mazo, Manzi, Perón y tantos más, que no es otro que el de construir una Argentina Justa, Libre y Soberana en hermandad con el resto de la Patria Grande.
“La economía nunca ha sido libre: o la controla el Estado en beneficio del Pueblo o lo hacen los grandes consorcios en perjuicio de éste.” General Juan Domingo Perón
Dejar una contestacion