Seguramente el próximo 24 de octubre, los bloques opositores acompañarán con su voto el presupuesto de entrega del gobierno nacional. Queda entonces, en estas breves líneas, explicar el futuro de la principal herramienta financiera y económica del país: el Banco de la Nación Argentina.
Como llegamos hasta aquí…
Desde el año 2016 el Nación viene sufriendo un severo proceso de descapitalización, que se plasmo en el Presupuesto Nacional vigente. Según la ley, se planteaba que el 20% de las utilidades generadas por el Banco debían ser giradas al Tesoro Nacional, previa modificación de su carta orgánica. Acto seguido, o articulo seguido, contemplaba un desembolso adicional y por única vez de 20.000 mil millones de su Capital Social. Sin ningún tipo de bono, ni documento que implicara una obligación de cancelar o devolver dicho dinero.
Vale aclarar que el nombre que tomo el despojo fue el tal mentado «Plan de Infraestructura», con el que el Ministro Dujovne intento explicar el saqueo. Posición y Plan, que no pudo defender ni explicar en el debate de Comisión que trato el presupuesto 2018.
Paralelamente, a plazos y tasas descabelladas, la gestión de Javier González Fraga imprimió un ritmo frenético en la colocación de Préstamos Hipotecarios UVA, generando un profundo desequilibrio del presupuesto del banco, de las partidas destinadas a las diferentes líneas crediticias, empujando a la Institución al borde del abismo. Plan fríamente calculado que se complemento con la salida del gran negocio de las Lebacs, que el gobierno cerró a su círculo de financistas y amigos.
La Solución Final
Envalentonado por los resultados de las últimas elecciones legislativas, y por el formidable Blindaje mediático, la administración Macri busca ahora darle el golpe final, a quien hasta ahora ha permitido mantener a raya las tasas usureras de los bancos extranjeros y de los grupos concentrados de la economía. El nuevo presupuesto nacional, llamado a votarse el próximo 24 de octubre daría el golpe de gracia al Banco Nación: nuevo saqueo del 20% de las utilidades (El artículo dice “hasta un” pero el Directorio ha dado la totalidad, sin siquiera esperar al cierre del ejercicio), y una suma de 15.000 mil millones adicionales. Que pondrían definitivamente al banco en una situación de profunda iliquidez, y dejaría finalmente al país huérfano de su principal motor de desarrollo y soberanía.
Actualmente el Banco Nación es la última institución presente a lo largo y ancho del país. Tras la disolución y privatización del Correo, el vaciamiento y venta de YPF, y la desarticulación de la Red Ferroviaria, no existe empresa nacional que pueda abarcar y conectar a nuestro extenso territorio y que además salga en auxilio de pueblos, ciudades y provincias ante eventuales tragedias naturales, económicas, sociales y políticas.
De esta manera, se culminaría el proceso de desarticulación nacional iniciado en 1976, profundizado en 1990/2001 y finalizado como obra maestra por la alianza Macrista, que dejaría inerte al país, y totalmente disgregado ante amenazas externas.
¿Privatización? NO, eso es una lección aprendida.
La estrategia privatizadora suena, al menos, anacrónica. La experiencia popular guarda en su memoria la ignominiosa entrega del Patrimonio Nacional, que no perdona y que causo mucho daño. Por eso, la estrategia seguida por el gobierno trata de desfinanciar, ahogar financieramente y desprestigiar a la centenaria institución. – Sin ir más lejos, las escrituras de las hipotecas UVA contemplan que el Nación puede desprenderse de las mismas. Lo que permitiría que empresas netamente comerciales presionen para su cobro ante un atraso en las obligaciones, rematen sus propiedades y quede manchada para siempre la imagen del Banco, prodigo en oportunidades. – Para luego, totalmente debilitada, sea rapiñada por las garras de las empresas de la usura internacional.
Fraga: Verdugo de la Nación
Internamente se lo trata de mostrar al Presidente del Banco: “como un hombre temeroso del llamado de la casa Rosada”, una especie de caricatura de un hombre cobarde, que incurriría en eventuales ataques de pánico ante el ruido de su teléfono. Nada más alejado de la realidad.
Gonzalez Fraga es el mismo que en el país de las vacas fundió un tambo, y hoy apuesta como el gran lobista de la Banca financiera internacional a destruir el Banco Nación. Haciéndolo implosionar desde adentro, socavando sus bases de sustentación
Es el mismo, que en pleno acto de Conmemoración de las Islas Malvinas, las nombre con la denominación del invasor inglés, ante la bandera nacional que flameó en nuestro territorio ocupado por Gran Bretaña.
El próximo 24 de octubre el país se juega entero su futuro. Los trabajadores nos jugamos nuestras fuentes laborales: Es el Banco Nación la única herramienta capaz de levantar al país de este escandaloso desastre que audazmente viene perpetrando Mauricio Macri.
Por Sebastián Iglesias, Comisión Interna Banco Nación.
Fuente: El Informativo Cordobés – Multimedio Mordisquito
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