En 6 de julio de 1972 se reúne en Buenos Aires el Congreso general del trabajo y del consejo directivo para elegir las nuevas autoridades de la Confederación General del Trabajo para el periodo 1972-1974. José Rucci es electo por otro periodo como Secretario General de la CGT y seguidamente pronuncia un discurso que goza de una gran vigencia que pone de manifiesto la continuidad histórica de la que se es parte.
A continuación el video – fragmentos del discurso – y luego la transcripción completa con resaltados que podrían ser dichos en la coyuntura actual.
«…Lo mas importante que ha arrojado este congreso nacional de la Confederación General del Trabajo es la mas absoluta preafirmación de unidad, solidaridad y organización, y si esto fuera poco se ha engalanando con definiciones categóricas que marcan una línea de conducta que se anida en todos los corazones de quienes tenemos un profundo cariño por nuestra patria y esa línea que se ha plasmado en este congreso implica nada mas ni nada menos que la determinación que nace y se gesta dentro de una filosofía política que se denomina sencillamente Peronismo y cuando hablamos de Peronismo marcamos aquella línea que nos legaran nuestros mayores. En sentido nacional y rechazo a toda contaminación extranjerizante que pretenda anidarse en el espíritu de los argentinos. Indudablemente esto que para muchos puede implicar un día de alegría también determinan a quienes vamos a asumir nuevamente la conducción de la central obrera una tremenda responsabilidad.
Todos estamos perfectamente persuadidos de que nuestro país en todos sus niveles se esta debatiendo frente a un caos como jamás se dio en la historia, no solamente un caos en lo que hace a cuestiones vinculadas con lo material sino que también el descreimiento de nuestro pueblo frente a los desgobiernos que han asumido a la responsabilidad de conducción del país y frente a esta alternativa, frente a esta coyuntura histórica el movimiento obrero argentino no esta dispuesto a ser simple testigo de los acontecimientos sino que se va a introducir de cabeza dentro de ese proceso y va a pasar a ser el gran protagonista de todos aquellos acontecimientos que estén plasmados en los sentimientos del pueblo. Se acabo el tiempo en que los trabajadores nos conformábamos con la discusión de un salario o la reclamación de la solución de los intereses profesionales. Hoy el movimiento obrero esta perfectamente esclarecido y sabe que el camino de la reivindicación de la patria tiene un solo nombre y tiene una sola causa que genera precisamente este estado de crisis que estamos soportando y esa causa es la causa del pueblo, es el resultado de una causa mal entendida y prostituida desde hace 17 años, es la causa de la marginación del pueblo en las grandes decisiones que espera este país y frente a esta alternativa histórica el movimiento obrero argentino no puede seguir tirando trompadas al aire pretendiendo combatir los efectos cuando el gran mal se da en la causa y esa causa es política hacia nuestro país, hacia nuestro movimiento y de ahí en mas la clase trabajadora tiene que ser categórica y definitoria en sus apreciaciones. La central obrera mancomunada con el pueblo solo reclama la legitimidad del poder.
Es por eso que el movimiento obrero argentino sindicalmente organizado quizás lo único que este organizado en nuestro país reclama y reclamara permanentemente que se anule esa causa que nos ha prostituido y se abra la puerta para que por el camino ancho de la liberación entre ese pueblo y con el camino ancho de la liberación entre ese pueblo y con el gobierno en sus manos plasme la legitima revolución que anhelamos todos los argentinos. Y en esta síntesis ningún dirigente, ningún trabajador que realmente quiera a su patria podrá escapar a esa tremenda responsabilidad y esa responsabilidad será en primer termino hacer de la unidad del movimiento obrero un símbolo y ofrecer esa unidad al país con un aporte de los trabajadores y entender definitivamente en función de lo que somos, en función de lo que hemos abrazado desde lo mas profundo de nuestros corazones que es el movimiento Peronista, solamente existe en el ejercicio de la conducción de este grandioso movimiento que es del pueblo y para el pueblo la figura del General Juan Dominigo Peron.
Compañeros, momentos muy difíciles quizás se aproximen, momentos en que es muy posible que el movimiento obrero argentino tenga que participar en esas definiciones históricas y yo como secretario general de la Confederación General del Trabajo en nombre del secretariado, en nombre del consejo directivo, en nombre de todos los cuerpos orgánicos de la central obrera no juramentamos frente a este congreso que jamás entrara en nuestras actitudes o en nuestras intenciones la mezquindad de la especulación sino que colocaremos a la central obrera fundamentalmente al servicio del país y dentro de ello al servicio de todo aquello que signifique la defensa de nuestro patrimonio nacional. Se acabaron las especulaciones, ya no hay más capacidad de maniobra para nadie y si alguien ilusoriamente quiere torcer este proceso o será el mismo proceso que lo pasara por arriba. De hoy en más solamente importa restituir al pueblo en el poder de decisión. De hoy en mas solo importa colocar a la nación en el pedestal del cual nunca debió ser sacada y para eso este consejo directivo necesita de todos, de los que compartan o no compartan nuestra ideologías, de los que estén o no estén de acuerdo frente a distintas actitudes que se pueden asumir, de todos porque este es un problema de todos, no tiene dueño. Sin ninguna mezquindad y sin especulaciones todos nuestros esfuerzos, esfuerzo que indudablemente no estarán al servicio de sectores ni de grupos sino que estarán al servicio de los supremos intereses de la nación. Nada mas compañeros».
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