La independencia de Sud América: El clamor por la libertad de ayer y hoy – Por Agustina Sánchez

El 9 de julio de 1816 las Provincias Unidas de Sudamérica declararon la independencia y la ruptura de las relaciones con la monarquía española.

Entre 1810 y 1820 el proceso independentista en nuestro país estuvo signado por una enorme complejidad, caracterizada por profundas tensiones y choques de intereses; no sólo en cuanto a cómo garantizar la independencia sino, también, por la existencia de  poderes y grupos concentrados que, tal y como sucede en la actualidad, buscaban impedir esta declaración o bien someternos al dominio de otras de las potencias de turno. Este proceso comprendió también las guerras por la independencia, brindar honor a la misma implica recordar a todas y todos aquellos compatriotas que dieron la vida por ver a nuestra tierra libre del invasor. Resulta ineludible conmemorar el accionar de San Martín, Güemes, Juana Azurduy, Manuel Belgrano, Macacha, Artigas y Las Lanceras, entre tantos otros y otras (invisibilizadas de la historia).

Hoy, 9 de julio de 2020, esa independencia se ve comprometida. En el plano internacional una pandemia acecha a la humanidad y ocasiona una crisis sin precedentes. En la dimensión regional, la disputa geopolítica entre China y Estados Unidos y la búsqueda de su contención, tiene como consecuencia un embate imperialista en Nuestramérica por parte de la potencia del norte. Los hechos socio políticos acontecidos en 2019 en toda la región (incluso un golpe de estado), dan cuenta de esto. Es que, América Latina y el Caribe resulta clave en términos geoestratégicos, geoeconómicos y geopolíticos para el sostenimiento del poder estadounidense al considerarnos su “patio trasero”. El aumento del injerencismo  implica que nuestros márgenes de maniobra se vean reducidos y que, en consecuencia, nuestra independencia se vea comprometida. Este injerencismo toma hoy forma, entre otras cosas,  con el programa “America Crece” y la candidatura de Claver Carone a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

A nivel nacional estos hechos impactan y limitan nuestra autonomía. Sin embargo, importa hacer énfasis en que, hoy día, nuestra soberanía se ve sobre todo comprometida porque durante 4 años hubo un gobierno que buscó milimétricamente consolidar la subordinación mediante el sometimiento de nuestra patria a los designios de los grandes poderes extranjeros. Los compromisos internacionales que nos dejó el macrismo, donde a los fines de esta reflexión únicamente resaltamos: la deuda espuria y millonaria con el FMI que obstaculiza todo nuestro accionar, el tratado UE-MERCOSUR, que tal y como se nos presenta hoy es capaz de destruir el entramado industrial y productivo local y regional y, por supuesto, la estafa de Vicentin. Todo esto limita nuestros márgenes de acción, al tiempo que comprometen nuestra autonomía.

Sin embargo, este 9 de julio debemos festejar, porque nuestra patria florece y construye independencia bajo la conducción de Alberto Fernandez y Crisinta Fernandez de Kirchner. Hablar de independencia en la actualidad y brindar honor a la épica de todos aquellos y aquellas que dieron la vida por una patria libre del invasor, implica defender las acciones de nuestro gobierno, uno que busca garantizar el interés nacional y la vida digna de lxs 40 millones de argentinos y argentinas. Implica construir un proyecto de país soberano con crecimiento económico e inclusión social, un proyecto de país con desarrollo industrial y creación de empleo, con desarrollo científico tecnológico, con defensa de nuestros recursos naturales, con unas FFAA al servicio del pueblo, con  ampliación de derechos y una inclaudicable defensa de la democracia.

Hoy, tal y como ha sido históricamente, existen grupos concentrados de poder que, sometidos a una total subordinación ideológico cultural, buscan consolidar un país para pocos. Nuestra tarea: disputar sentido, formarnos para conocer, conocer para disputar y disputar para transformar la realidad y construir la patria justa libre y soberana que tanto anhelamos. Debemos mantener viva la llama revolucionaria y luchar por alcanzar los horizontes que persiguieron nuestrxs libertadorxs.

¡Viva la patria! Hoy y siempre.

Por Agustina Sánchez. Relaciones Internacionales (UNLa) y miembro del CENAC.

Fuente: CENAC

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