GERARDO VALLEJO (1942 – 2007)
Nació en la provincia de Tucumán el 4 de Enero de 1942. A principios de la década de 1960 ingresó al Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral, con sede en la ciudad de Santa Fe, siendo director el destacado documentalista Fernando Birri. Inició su carrera como realizador con el cortometraje sobre “Las cosas ciertas”.
A fines de los años ’60 visitan Tucumán, Octavio Getino y Fernando Solanas, quienes estaban trabajando sobre la realización de “La hora de los Hornos. Vallejo se incorpora como colaborador.
En 1968 comienza a producir su primer largometraje, “El camino a la muerte del viejo Reales” dando muestras de la clara explotación a que eran sometidos los trabajadores del azúcar en Tucumán, luego viaja a Roma para efectuar el montaje de esta película. Hace escala en Madrid, donde Solanas y Getino habían comenzado a filmar en 1971 con el general Perón las siete horas de entrevista de lo que se denominaría La revolución justicialista y actualización doctrinaria para la toma del poder. El objetivo que persiguen estos largometrajes es ser utilizados por la militancia popular.
Es pertinente destacar que uno de los aportes de Vallejo, es haber sido un gran impulsor del cine antropológico. Debido a la notoriedad internacional conseguida con “El camino a la muerte del viejo Reales”, es contratado por el canal de televisión que depende de la Universidad Nacional de Tucumán para producir una serie de cortos televisivos sobre la problemática de los más necesitados, alcanzando un éxito total de audiencia y un destacado respeto por las mayorías populares de Tucumán.
A fines de Diciembre de 1974 estalla un artefacto explosivo en la puerta de la casa de sus padres, hecho que lo empujó al doloroso camino del exilio. Emprende su viaje con destino a México, recalando en Panamá donde conoció y trató al general Omar Torrijos. Allí colaboró con la obra de gobierno por el espacio de dos años y medio. Luego decidió radicarse en España donde filmó “Reflexiones de un salvaje” y escribió un libro llamado “Un camino hacia el cine”, publicado en Buenos Aires en 1984. En pocas semanas se agotaron los 7.000 ejemplares en plaza. Dicho material bibliográfico es indispensable para aquellos que comienzan con sus primeras armas en el cine. Con el regreso de la democracia a la Argentina, Vallejo vuelve a la patria que lo vio nacer y hacia 1985 rodó su tercer largometraje “El rigor del destino” donde describe con total maestría las heroicas luchas de los obreros del azúcar contra la dictadura del general Onganía, protagonizada por un singular actor cuyo nombre era Carlos Carella. Debemos señalar en Vallejo la gran sensibilidad y compromiso militante que llevó durante su vida.
Para CTERA realiza el documental “La dignidad que conquistamos”, testimoniando de manera cabal la Marcha Blanca de los maestros del país. Luego realiza su cuarto largometraje titulado “Con el alma” con la participación de Alfredo Alcón y Lito Cruz. El film describe la historia de un cineasta obsesionado por rodar una nueva película “Era un encuentro mágico en los valles calchaquíes de Fierro y el Quijote que están buscando sus tumbas como los 30 mil desaparecidos”. Según Vallejo una metáfora.
Posteriormente es designado director del canal público de la provincia de San Luis. Luego reaparecerá Vallejo con su última gran producción: Martín Fierro, ave solitaria, es una libre interpretación de poemas de José Hernández que contó con el rol protagónico de Juan Palomino como Fierro. Este film es un gran anhelo de Vallejo, ya que durmió en su memoria por mucho tiempo ante la imposibilidad de cumplirlo.
El 16 de febrero de 2007, presa de un cáncer, a las 13,30 horas deja de existir en su casa de Villa Ballester. Vallejo entregó su vida para que el cine sea un instrumento de esclarecimiento y que esté ligado fuertemente a los sectores más desprotegidos de la sociedad.
Fuente: MARCO ROSELLI – LOS MALDITOS – VOLUMEN III – PÁGINA 47. Ediciones Madres de Plaza de Mayo