Para repartir la torta, primero hay que tenerla – Alejandro Aliaga

Parafraseando a Don Arturo, el titulo nos hace acordar que no se imparte justicia de ningún modo si primero no tenemos «el poder» de alguna forma de concretarla. Por lo tanto, en éste asunto, en el momento decisivo para la conquista de algún poder, la primera cuestión es la realización cuantitativa, y luego deviene la cualitativa.

Decía Perón que no hay que poner el carro delante de los caballos, es en el carro en donde van los ideales buscados, pero sin los caballos que son los que llevan hacia adelante, con “la estrategia y con las tácticas”, esos ideales no tienen posibilidades concretas de aproximarse ni remotamente a su realización.

De esta manera, nos advertía Perón que, en la acción política, poner los principios por delante de la forma de llevarlos adelante es una ilusión inconducente. Perderse en el tactisismo y estrategismo que conduzca a un pragmatismo desbocado y sin principios es también otro riesgo que hay superar, buscando la justa medida, armoniosa con el ideal, y concreta en la practica, teniendo en cuenta que también corre riesgo el ideal que con el mucho celo en su resguardo devenga en un idealismo estéril y frustrado.

La búsqueda del justo medio en el campo de la realidad efectiva es la difícil tarea justicialista del equilibrio y la armonía… En estos momentos en que se ha enseñoreado el capitalismo foráneo y sus sirvientes oligárquicos y entreguistas, la otra tarea fundamental e impostergable, y que es además la permanente, es la lucha por la opinión, ésta tarea es muy importante también. Devolver la fe en una doctrina al corazón de una sociedad que ha perdido el sentido de comunidad a causa de una larga Era de colonización espiritual, es la tarea fundante de lo permanente, una nación sin doctrina es un cuerpo sin alma… Unas están en una tarea y otras en otras, porque no todas las personas pueden ni deben cumplir las mismas funciones en la lucha del Pueblo, pero es claro que todas deben confluir en un amplio y comprensivo espacio de coincidencias, sin el cual no es posible realizarse particularmente sino se realiza el conjunto de esta COMUNIDAD.

Depongamos las pasiones singulares, sacrifiquemos una parte por el todo con el objetivo que, como consecuencia «el todo» comprenda a las partes con la mayor de las justicias posibles. La gran obra es «desde, por y para las mayorías», por ello es imposible que no nos comamos como sapos los defectos de la gente, de la masa inconsciente, pero siempre con el objetivo de que ésta se convierta cada vez más en PUEBLO organizado y consciente. El estimulo esta en los grandes objetivos “la Liberación de la Patria de todo tipo de colonialismo (consolidando su grandeza), y la Justicia Social que es la Felicidad del Pueblo”.

Como último aporte para que sirva de referencia sobre lo principal, lo urgente y lo necesario, quiero recordar un frase de Perón : “Tengo que llevar a todos, buenos y malos, porque si quisiera llevar solo a los buenos, voy a llegar con muy pocos (y con poco no se hace mucho)… Hay una vieja máxima de los cristianos que dice: «Llegaron los sarracenos y nos molieron a palos, porque DIOS AYUDA a los buenos, pero CUANDO SON MÁS que los malos». (Mensaje a los gremialistas cordobeses. Abril de 1974).

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