Fuente: Gabriel Fernández / La Señal Medios
Numerosos agentes de la Gendarmería Nacional y de Infantería desalojaron hoy la planta de la empresa multinacional Pepsico, ubicada en Florida, partido de Vicente López, donde los trabajadores que quedaron sin empleo tras el cierre del establecimiento, el 20 de junio último, reclamaban su derecho a seguir desarrollando tareas.
Además, las fuerzas de seguridad detuvieron a varias personas que se solidarizaron con la demanda y arrasaron con las carpas que habían sido instaladas en la puerta de la fábrica, en la calle Posadas al 1200.
Pepsico cerró su planta de Florida, donde se fabricaban snacks salados, porque era «inviable» por «cuestiones logísticas y operacionales». Más de 500 personas se quedaron sin su fuente laboral. Según la empresa, la decisión es «inamovible», «irreversible». La multinacional operará desde su planta ubicada en Mar del Plata, pero esa sucursal no absorberá a los trabajadores cesanteados. Según explicaron fuentes de la empresa, «tomarán trabajadores de la zona».
Es decir, se intenta cesantear a los actuales empleados para contratar otros, precarizados. En la fábrica trabajaban 691 personas: 155 que realizaban tareas administrativas fueron relocalizadas en otras oficinas, pero el resto -536 personas- quedó sujeto a aceptar o no las condiciones de indemnización que negoció la compañía con la Lista Verde, que responde a la conducción del sindicato de alimentos, en manos de Rodolfo Daer.
Las fuerzas de seguridad llegaron a la terraza de la planta y bajaron a los trabajadores que resistían el desalojo. En diálogo con la prensa, Camilo Mones, miembro de la comisión interna de los trabajadores de Pepsico afirmó: «Nos desalojaron pero la lucha sigue, que nos esperen en Mar del Plata (lugar donde está la otra planta de PepsiCo), en la Panamericana, en todos lados. Esto sigue en la calle porque vamos a continuar en la lucha».
En cuanto al accionar de las fuerzas de seguridad para sacarlos, denunciaron que «nos cagaron a palos ahí a arriba». «La policía rompió todo, le rompió la cabeza a varios compañeros. nos tiraron gases, estábamos negociando para bajar pacíficamente cuando Infantería reprimió». Además la polícía rompió un caño maestro de gas con los riesgos que eso implica para la planta.
Agencias / La Señal Medios
Fuente: Gabriel Fernández / La Señal Medios
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