Sin mística no hay liberación nacional. Homenaje a Martín Miguel de Güemes – Por Agustina Sánchez

Reflexiones en vísperas del 17 de Junio. Paso a la inmortalidad del Gral. Don Martín Miguel de Güemes. “Si no fuera por Güemes, yo les aseguro nos hubiera tocado destino duro”[1] No voy a mentirles, escribo con bastante enojo, incluso en un día que me despierta mucha mística y mucha emoción. Me enoja la producción de conocimiento colonizada, alineada, me enoja la producción de conocimiento para unos pocos, la reproducción de categorías y conceptos ajenos, el rol del academicx que en su accionar -cuasi automatizado- legitimado por los grandes centros de poder, produce conocimiento para estándares internacionales aislado de nuestra realidad. Porque tampoco alcanza con enunciar teórica y retóricamente la importancia de situarse, de producir conocimiento acorde a nuestras problemáticas, de crear una epistemología propia que permita entendernos, pues el pensamiento debe tener un correlato directo con la acción. El hecho concreto es que ese pensamiento -hegemónico-antinacional-, se ensaña con la negación de nuestra historia. Y en ese accionar eliminan el hecho fundamental para romper con los yugos de dominación que vilipendian nuestra patria: la historia del movimiento de liberación de nuestros pueblos. Eliminar en la producción de conocimiento, la historia, la pertenencia a un movimiento de liberación tan particular, tan rico, tan cargado de contenido, de patria, como el nuestro, tan lleno de respuestas a muchas de las preguntas que hoy nos atormentan es responder y alinearse a las agendas globales de producción de conocimiento que, insistentemente, buscan que apliquemos recetas generales para nuestros problemas. Es gracioso, como si el desarrollo nacional fuese algo lineal, una receta de cocina, igual para todos los países y que tiene que tener los mismos resultados. Pienso, que fácil es eliminar determinadas categorías de análisis (como la historia, los grupos concentrados de poder, nuestra posición geopolítica, los intereses y el accionar de los grandes poderes globales concentrados) para explicar nuestros procesos y buscar respuestas a nuestros problemas. Que fácil es ir a buscar las respuestas en lugares ajenos a nuestras realidades. Que fácil vivir en la panacea occidental de conocimiento hegemónico o ¿no?. Pero, como dijo Cristina en 1997, en un video que anda girando por las redes sociales: “Globalización no significa subordinación, se puede estar integrado al mundo sin renunciar a la propia identidad, al diseño de un país y un modelo propio” Es que estudiar nuestra historia y reivindicarla mediante el pensamiento y acción no es para tibixs. La insistencia en aplicar esas agendas, recetas globales y tener el visto bueno de los grandes organismos de la gobernanza global, que responden a los intereses de grandes centros de poder, requiere negar el pensamiento y la acción de miles de compatriotas que dieron la vida por una patria justa, libre y soberana. Pero en fin de lo que quería escribir es de Martín Miguel Güemes, hoy 15 de junio día que recordamos su paso a la inmortalidad; el 17 de junio de 1821. Quería escribir sobre él -a propósito de lo mencionado anteriormente, ya que muchas veces su figura y su epopeya, es negada en el amplio espectro que conforma el pensamiento antinacional-hegemónico Se ha invisibilizado de la historia el accionar de Güemes y de tantxs otrxs como mecanismo de penetración cultural, para que esas agendas y recetas globales que vienen a solucionar nuestros problemas puedan efectivizarse. Si unx no conoce su historia, la de lxs otrxs suele ser muy llamativa. Nada nuevo, pero frente a esto me pregunto ¿Sabrán quienes lo niegan que somos independientes de la corona española gracias a Güemes? ¿Sabrán quienes hablan de ese modo que, sin Güemes, sin sus gauchos, sin Macacha, su hermana, todo el noroeste argentino, Jujuy, Salta no pertenecería a nuestro territorio? ¿Sabrán que Güemes combatió más de 15 veces contra los realistas en la puna argentina? y triunfo! SI. incluso con la enorme diferencia tecnológica -innegable- de ejércitos entre la corona española y nuestros gauchos. ¿Sabrán que, sin las acciones de Güemes, no hubieran sido posibles las campañas de San Martín? ¿Sabrán quienes lo niegan que allá por el 1800 también había fuerzas en tensión, grupos concentrados de poder que buscaban consolidar un país acorde a intereses foráneos y que frente a esas presiones Güemes luchó por defender los valores de su patria? En definitiva, ¿Sabrán lo que es luchar por la patria? En fin, basta de enojo, les dejo un brevísimo relato de la epopeya de Güemes que tanto me gusta. A los catorce años Martín Miguel de Güemes viajó a Buenos Aires para enlistarse en el Regimiento fijo de infantería. Durante la primera de las Invasiones Inglesas al Virreinato del Río de la Plata, en 1806, Güemes participó en la reconquista de Buenos Aires, donde a su corta edad ya mostraba convicción y firmeza. Durante las invasiones tuvo un desempeño sumamente llamativo, destacando que dirigió el ataque de una caballería para capturar un barco inglés que que se había encallado en la costa del río. ¡Gauchxs a caballo capturando ingleses! Después del estallido de la Revolución de Mayo de 1810, Güemes, como integrante del ejército del norte, fue puesto al mando de un escuadrón gaucho en la Quebrada de Humahuaca. San Martín lo nombró Jefe del Ejército Expedicionario al Perú, sin Güemes no hubiesen sido posibles las campañas del Perú. Además, libró, junto a sus gauchos -los infernales- más de 15 defensas a los ataques realistas mediante la famosa Guerra Gaucha. A través de guerrillas nuestros gauchos, con mucha menos preparación, equipamiento y armamento que las fuerzas realistas emprendieron ataques del tipo sorpresa, ataques cortos con retirada. Lo cierto es que nadie conocía tanto la Quebrada de Humahuaca como los infernales, quienes tenemos el privilegio de haber conocido la quebrada de Jujuy y Salta podremos entender que los españoles no entendían nada con semejante inmensidad y eso fue una ventaja para el tipo de ataques que llevaron adelante los infernales. Pero sin ánimos de quitarle protagonismo a la capacidad pulmonar de los españoles, la guerra gaucha fue una táctica militar fantástica e innovadora que nos permitió -con poco armamento, pero mucho valor- garantizar soberanía en nuestro territorio. Dice la canción de Hernan Figueroa Reyes “Don Martín Miguel de Güemes, con sus hombres bien montados, a los del lado del rey los verá desesperados. Contra tanto gaucho bravo de verdad no han de poder”. Su hermana, Macacha, fue clave en toda esta historia, ya que no solo tuvo una participación extraordinaria en la guerra gaucha, sino que además tuvo una trayectoria política destacable. Mientras Güemes lideraba los destinos de la patria con los infernales en la quebrada de Humahuaca, condujo el gobierno provincial, encargándose de desarmar operaciones contra su gobierno, realizó tareas de espionaje para proveer de información al ejército de gauchos sobre las tropas realistas, hizo de su casa un taller para coser los uniformes de los gauchos. Una patriota. Una última cosa, Güemes no murió en combate como lo presentan muchxs, a Güemes lo mataron, lo mataron los poderes fácticos de aquel entonces que persiguiendo intereses ajenos a nuestras realidades y sometidos a una total subordinación ideológico-cultural … la misma que muchos sufren hoy, lo asesinaron. Fue una encrucijada, en su casa, por la noche el coronel español José María Valdés, alias «Barbucho» iba a matarlo. Macacha se entera de esto, le avisa a Güemes quien huye y ahí es increpado, recibiendo es una herida de bala. Esto fue el 7 de junio. Siguió a caballo hasta una hacienda. Pocos días después recibió a dos oficiales realistas enviados por Valdés que le ofrecieron trasladarlo a Buenos Aires, donde medicxs podrían salvarlo, con la condición de ordenar la cesación de ataques contra los españoles. Por supuesto que Güemes dijo que no, y le pidió a sus gauchos que jurasen que nunca aceptarían ningún tipo de engaño para traicionar la patria. Después de agonizar 10 días Güemes, prefirió morir entre sus compañerxs, antes que claudicar y subordinarse a intereses foráneos. Güemes dio la vida por la patria, por eso hoy lo recordamos. Y vale aclarar, que lo recordamos gracias a que allá por 2006, un gobierno con profunda vocación nacional y popular reivindicó su epopeya, manteniendo viva la memoria y la historia, acercándonos su accionar para revalorizarlo. En la historia del movimiento nacional de liberación argentino encontraremos, no sólo muchas de las respuestas al hoy, sino una profunda mística, valor, compañerismo, amor, convicción, encontraremos el destino. El profundo anhelo por una patria justa, libre y soberana me hizo escribir esto, y mientras lo escribo siento algo corpóreo inexplicable, que me pasa varias veces en momentos que solo pueden caracterizarse como “místicos”. Esa sensación corpórea es, como dijimos con dos grandes amigxs, la patria que se hace carne. Volver a la historia, que importante ¿no? Que importante tener memoria. Por Agustina Sanchez. Relaciones Internacionales (UNLa) y miembro del CENACK. Fuente: CENACK Cita: [1] Hernán Figueroa Reyes. Cronología ¡Viva Güemes!

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