El satélite geoestacionario argentino Arsat-2 fue lanzado desde la Guayana Fracesa, bajo la conducción de técnicos argentinos de las empresas estatales INVAP (Instituto de Investigaciones Aplicadas) y ARSAT (Empresa Argentina de Soluciones Satelitales).
Tanto como el ARSAT-1 como el ARSAT-2 significan, según fuentes oficiales, el ahorro de unos 25 millones de dólares anuales que se pagaban a empresas extranjeras de telecomunicaciones.
La puesta en órbita de los satélites argentinos permitió que el país no pierda las posiciones orbitales 72 y 81, que le fueran asiganas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, ya que el Reino Unido aspiraba a ese slot geoestacionario. Estas posiciones orbitales enfocan desde Estados Unidos hasta las Islas Malvinas e incluso brinda conectividad a parte de la Antártida Argentina.
Vale destacar que, con el lanzamiento en octubre de 2014 del ARSAT-1, nuestro país se convirtió en una de las ocho naciones del mundo que desarrollan y producen sus propios satélites geoestacionarios. El ARSAT-1 fue el primer satélite de su tipo construido por un país latinoamericano puesto en órbita. Asimismo, tanto el ARSAT-1 como el ARSAT-2 tienen la totalidad del software fue desarrollado en Argentina.
Además, el 50% del satélite ARSAT-2 está hecho con piezas de fabricación nacional, el mismo porcentaje que tienen los satélites geoestacionarios fabricados en Francia, uno de los países con mayor experiencia en el rubro. Sólo Estados Unidos construye sus satélites de este tipo con el 100% de los componentes fabricados en aquel país.
¡VIVA EL ARSAT-2!
¡El Pueblo argentino quiere más soberanía e industria nacional!
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