SUMISIÓN O INSURGENCIA / La votación del Presupuesto 2019 – Por Camilo Rojas

Decía el maestro José María ROSA, historiador del Pueblo, lo siguiente:

«IMPERIALISMO -dice el Diccionario de la Academia- es el dominio de un Estado sobre otro por MEDIO DE LA FUERZA. No es la acepción empleada entre nosotros. La acción del Estado dominante es INDIRECTA Y SUTIL, y SE APOYA EN LA VOLUNTAD DE LOS DOMINADOS o por lo menos de una parte destacada de ellos. No es tanto una IMPOSICIÓN DESDE AFUERA; es, sobre todo, una ACEPTACIÓN DESDE ADENTRO.»

Se ha conocido en estas horas que el FONDO MONETARIO INTERNACIONAL (FMI) ha instalado sus oficinas en la Argentina; más precisamente, en el Banco Central de la República Argentina (BCRA). De esta forma, el Banco Central, principal resorte financiero del Estado argentino, pasa a ser ocupado por agentes coloniales del Capital Financiero global.

Desde los primeros anuncios del gobierno en derredor de la necesidad de un «acuerdo» con el FMI de mediados de este año a la fecha, el organismo multilateral ha operado de manera inocultable en el país. Desde las pavorosas imposiciones fiscales al Estado argentino hasta el recambio de ministros representantes de empresas específicas -también enemigas de la nación- por otros «propios», la Argentina se muestra al mundo como lo que dolorosamente es: una factoría Pampeana disfrazada de nación sin soberanía política auténtica; sin más autonomía que la consecución de aquellos elementos simbólicos que no molestan al agresor externo.

En este sentido, refiriéndose al gobierno de Bernardino Rivadavia (del cual la gestión macrista es heredera), María Rosa decía:

«La Argentina de Rivadavia ha declarado su independencia, posee un gobierno reconocido en el exterior y un orden jurídico aparente; usa bandera, escudo, himno y demás símbolos nacionales y tiene sus contornos delineados en los mapas con colores propios. Pero NO PODEMOS CONSIDERARLA NACIÓN SOBERANA PORQUE NO MANEJA SU DESTÍNO y su quehacer no se dirige a las conveniencias de su propia comunidad. ES UNA VERDADERA COLONIA MANEJADA POR UNA METRÓPOLI.»

En esta etapa etapa de desarrollo del capitalismo, donde los Estados-Nación pierden terreno frente al Gran Capital Trasnacional, la «metrópoli» que ejerce la más despiadada dominación sobre los destinos de la Patria es el FMI quien ha encontrado en la clase dominante nativa -al igual que en tiempos de Rivadavia- la más sumisa y despreciable aceptación.

Frente a esta disyuntiva, la CLASE TRABAJADORA en todas sus expresiones ha decidido luchar por la SOBERANÍA NACIONAL. Frente a la tibieza de la inmensa mayoría de los PARTIDOS POLÍTICOS OPOSITORES, el Movimiento Obrero y los Movimientos Sociales han decidido salir a la calle para frenar la entrega. El «Día D» es el 24 de octubre, fecha en que se tratará en el Congreso el PRESUPUESTO 2019, proyecto de Ley que pretende legalizar el vasallaje extranjero.

El brutal ajuste fiscal propuesto por el FMI y aceptado por el gobierno de las clases opulentas, de ser aprobado, hundirá al País y a toda su gente en el más profundo pozo del que le será inmensamente difícil salir.

LAS CARTAS ESTAN ECHADAS.

La dirigencia política política y sindical deberá estar a la altura de las bases que ya han anunciado su presencia en los alrededores del Congreso. Se votará Patria o Colonia; la sumisión o la insurgencia frente al verdugo extranjero.

El «Ser o No Ser» de la Patria tiene fecha. Y la marea crece… Aún es controlable. Esperamos que la prudencia y la inteligencia del arco llamado «opositor» no traicione, a sabiendas de las dolorosas consecuencias que dicho acto acarrearían, la voluntad del Pueblo.

Camilo Porto Rojas
Línea Nacional Popular

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